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A pesar que en las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos muchos estados esperan una gran cantidad de votos por correo, la votación en persona será utilizada por un gran número de electores. Entonces, ¿Cómo pueden las autoridades electorales crear sitios más seguros para votar de forma presencial?

Quizás el primer paso sea aceptar que ningún espacio que reúna a una cantidad considerable de individuos puede estar completamente libre de riesgos. Los funcionarios electorales pueden esperar (y lograr) un nivel de riesgo comparable al de las compras rutinarias en supermercados o las visitas al médico.

En este post les daremos algunas recomendaciones para minimizar los riesgos de propagación del coronavirus entre trabajadores electorales, voluntarios y electores el día de la elección. También creamos un diagrama de muestra de lugar de votación seguro que puede descargar y usar en sus esfuerzos para garantizar espacios más seguros. [Haga clic en el enlace para abrir la imagen en una nueva ventana].

Evaluar y reubicar los centros de votación

Los lugares de votación no deben ubicarse en sitios donde se hayan reportado números desproporcionadamente altos de infecciones por coronavirus. Tampoco deben ubicarse en instalaciones de alto riesgo, como centros de atención para personas mayores o centros de retiro, donde las muertes por COVID-19 tienden a ser más altas.

Las decisiones de reubicación de los lugares de votación deben tomarse con tiempo, y comunicarse públicamente con el mayor aviso posible para los votantes. Al desarrollar estos planes, los funcionarios deben buscar la opinión de las comunidades afectadas, incluyendo personas mayores, y votantes con discapacidad.

Maximizar el número de lugares de votación

Más lugares de votación significa menos votantes asignados a cada lugar de votación, lo que reduce las posibilidades de aglomeración de personas en un solo lugar.

Las instalaciones más grandes son una buena alternativa ya que permiten una mayor distancia entre las máquinas o las cabinas de votación, los trabajadores electorales, los votantes, etc.

Reclutar trabajadores electorales adicionales

Se necesitarán trabajadores electorales adicionales para ayudar con la votación en persona, así como con el procesamiento de la boleta. Las autoridades electorales deben desarrollar planes sólidos de reclutamiento de inmediato, poniendo especial énfasis en los grupos que no enfrentan mayores riesgos por el coronavirus.

Asimismo, deben estar preparadas para atender tasas de inasistencia más altas de lo habitual; si los trabajadores electorales se enferman o deciden en el último minuto no asistir por considerar que el riesgo de servir el día de las elecciones es muy alto.

Desinfectar los lugares de votación

Polling Place Sanitize

Los funcionarios electorales deben asegurarse de que cada lugar de votación esté bien provisto de suministros de limpieza antibacteriano; jabón y agua para desinfectar las superficies de alto tráfico (como las mesas de registro), las máquinas de votación o las cabinas de votación (incluidos bolígrafos y paneles táctiles).

Si los fondos lo permiten, se deben comprar dispositivos de filtración capaces de eliminar el coronavirus del aire para cada sitio de votación, ubicaciones administrativas y almacenes.

Medidas de salud pública (estaciones de higiene)

Los lugares de votación deben estar equipados con estaciones de higiene para proporcionar a los votantes equipos de protección personal (PPE); desinfectante de manos, y también para tomar la temperatura (si lo permite la ley). Idealmente, la estación de higiene debe estar ubicada fuera de la sala donde se lleva a cabo la votación, ya sea al aire libre, en una sala separada o en un pasillo. Si ninguna de estas alternativas está disponible, la estación debe estar justo dentro de la entrada de la mesa de votación.

Si lo permite la ley, los colegios electorales deben tener adaptaciones para cualquier persona de la que se sospeche o se sepa que esté infectada con el coronavirus. Esto puede incluir votar en una sala separada (si está disponible) o usar otros equipos.

Zonas voluntarias de alto riesgo

Cuando el tamaño y la configuración de los lugares de votación lo permitan, los funcionarios deben considerar la creación de zonas de “alto riesgo” para los votantes que se identifican a sí mismos como inmunodeprimidos o que tienen otros factores de riesgo que se deben considerar.

Asegurar el distanciamiento social

Los funcionarios de los lugares de votación deben promover el distanciamiento social limitando la proximidad de los votantes entre sí y con otras personas, incluidos los trabajadores electorales. Por ejemplo, los funcionarios pueden colocar indicadores de orientación (esto puede ser tan simple como un trozo de cinta adhesiva en el suelo) a casi dos metros del escritorio de cada funcionario de registro. También deben colocar la señalización del piso a intervalos de aproximadamente dos metros para marcar dónde los votantes deben esperar en la fila. Se debe alentar a los votantes a que se alineen fuera del lugar de votación, si es posible, en lugar de reunirse en el interior.

Para más información sobre votación segura en persona revise esta serie de cinco videos cortos con Michael Diamond, cofundador de The Infection Prevention Strategy (TIPS). TIPS es una organización de salud mundial sin fines de lucro que se dedica a prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.

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