Latinoamérica fue escenario de múltiples procesos electorales durante 2019. Argentina, El Salvador y Guatemala celebraron elecciones generales, y en todos los casos la transferencia de poder se realizó con normalidad.
Argentina destacó al estrenar nueva tecnología que permitió presentar resultados preliminares rápidos, confiables y precisos. No obstante, en Uruguay, las autoridades debieron tomarse cuatro días para anunciar los resultados. Mientras que, en Bolivia, la falta de transparencia con que se procesaron los resultados llevó al país a una crisis política que incluyó la anulación de la elección.
Si bien México y Paraguay no tuvieron elecciones, sí lograron importantes avances en la mejora de sus sistemas electorales.
En el caso de Paraguay, la incorporación del voto electrónico constituye una prioridad para la optimización y buen funcionamiento del proceso en sí. En este sentido, las elecciones de noviembre 2020, fecha en que estrenará la urna electrónica, serán una prueba crucial para el país.
En México, el Instituto Nacional Electoral confirmó la implementación de un ejercicio parcial vinculante de voto electrónico durante las elecciones locales a celebrarse este año en los estados de Coahuila e Hidalgo. Adicionalmente, en las elecciones de 2021, los votantes de 11 entidades que residan en el extranjero podrán votar a través de un sistema de voto en línea.
¿Qué esperar en 2020?
República Dominicana, Guyana y Bolivia acudirán a las urnas para elegir a un nuevo presidente. El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia tendrá un gran reto por delante, que es llevar a cabo unos comicios que brinden certidumbre a su ciudadanía, tras la crisis que se desató con las elecciones generales del 20 de octubre.
El maratón electoral también incluye comicios en Chile y Perú, quienes tuvieron que convocar a las urnas como producto de la fuerte crisis político-social que atraviesan. Perú para renovar el parlamento de manera anticipada este mes, y Chile para realizar un plebiscito que decidirá un proceso constituyente en abril.
Con esta acción se busca sustituir los modelos de urna fabricadas en 2006 y 2008 que están obsoletas, cubrir el crecimiento vegetativo del electorado, y mejorar la tecnología de la urna para adaptarla a la realidad de hoy.
¿Algunas buenas noticias?
Aunque algunos expertos afirman que el espacio cívico se está contrayendo, con descensos en aspectos clave como las libertades civiles, restricciones a la sociedad civil y un debilitamiento de los controles sobre la autoridad del poder ejecutivo, un informe de IDEA Internacional, que analiza el estado de las democracias en 2019, afirma que América Latina y el Caribe es una de las tres regiones más democráticas del mundo al haber avanzado en materia de igualdad política de género. La región también tiene el ranking más alto en aspectos como participación electoral y libertad religiosa.