Más de 14 millones de ciudadanos con discapacidades informaron haber votado en las elecciones estadounidenses de noviembre de 2018. Pero si las personas con discapacidad votaran al mismo ritmo que los votantes no discapacitados, habría un estimado de 2,3 millones más de votantes participando. ¿Qué les impide a los votantes con discapacidad ejercer su derecho constitucional?
Para muchos de los que no participan en las elecciones, el problema es la accesibilidad. No pueden llegar al lugar de votación o el lugar de votación, la boleta electoral o los medios de votación no están accesibles. Las razones son de largo alcance y van desde lo sutil a lo absurdo. Pero lo verdaderamente inquietante de todo esto es que los ciudadanos con discapacidad tienen garantizado el derecho a votar de forma privada e independiente, un derecho que ha sido reforzado varias veces en varias leyes que datan de la década de 1960.
La votación accesible ha vuelto a ser el centro de atención en esta era de coronavirus. Los estados y países de todo el mundo están luchando para ampliar el voto por correo y otros canales para reducir las multitudes en los lugares de votación. Pero las papeletas de voto por correo no son accesibles para personas con discapacidades visuales. Encontrar soluciones no es una tarea fácil en este caso. Lamentablemente, muchas otras barreras para la votación accesible se resuelven rápida y fácilmente. Simplemente se necesita que haya voluntad política y que se haga cumplir la ley.
Voto por el Acceso (“Vote for Access”), una serie de videos cortos de cinco partes analiza los diversos temas relacionados con la votación accesible. La anfitriona, Imani Barbarin, una defensora de la discapacidad, cubre las variadas facetas de este problema y ofrece acciones y recursos. Mira la serie aquí .
El dispositivo de marcado de papeletas VSAP de Smartmatic es quizá la máquina de votación más accesible del mundo. Conoce más sobre esta solución haciendo clic aquí .