Una tecnología bien diseñada mejora la precisión, la velocidad y la integridad de las elecciones.
Sin embargo, el apoyo de observadores electorales con experiencia y la auditoría exhaustiva también son necesarias para dar legitimidad a los resultados de las elecciones.
Los Órganos de Gestión Electoral deben garantizar que las herramientas de administración utilizadas en la observación de las elecciones generen confianza en todos los participantes.
Las etapas del ciclo de votación que deben mejorarse mediante el monitoreo y la auditoría son múltiples. Los observadores electorales calificados proporcionan no solo informes de evaluación, sino también asesoramiento y retroalimentación de expertos. Ofrecen recursos y una red de asistencia, así como la validación de integridad con respecto a las mejores prácticas, la imparcialidad y confiabilidad de las elecciones, las soluciones de gestión, las auditorías y los controles y balances.
La observación electoral (local, internacional, privada y pública) necesita una visión precisa de todo el período preelectoral y los cambios posteriores a la elección, así como los que surgen el día de votación. La tecnología puede ayudar de múltiples maneras, algunas de las cuales son:
Recopilación de información, mapeo y comprensión del contexto político, social y legal de las elecciones antes del despliegue de misiones de observación.
Mejorar el profesionalismo, la facilidad de uso y la estandarización de los sistemas de gestión y los métodos de evaluación. Las soluciones desarrolladas especialmente para misiones de observación pueden facilitar la recopilación y comparación de datos electorales añadiendo seguridad, velocidad, robustez y transparencia a través de dispositivos y software.
Las misiones internacionales de observación electoral provienen de diferentes entornos; y aunque usualmente tienen experiencia significativa, habilidades y competencia tecnológica, no son autoridades como tal. Estos expertos globales pueden ser particularmente útiles cuando los grupos de observación local no tienen suficientes recursos, poder, confiabilidad o incluso tecnología para establecer fuerzas de supervisión efectivas.
Sin embargo, las agencias globales que apoyan el monitoreo de elecciones enfrentan otros desafíos, como la cautela o la presión de los interesados en el campo o la falta de información y contexto local integral. En ambos casos, la tecnología puede ser un aliado vital para obtener y compartir información confiable, además de mejorar la comunicación y los informes.
La observación fiable de las elecciones requiere autonomía y cooperación de los organismos de gestión y de las partes interesadas locales, lo que implicará la negociación, la participación planificada y el acuerdo sobre las responsabilidades operativas.