Laura Mackenzie, especialista en Ciencias Políticas y PhD en Política europea, ha destacado la importancia que tienen las redes sociales en la participación política del electorado así como las perspectivas del voto electrónico en el Reino Unido.

Reino Unido - democracia virtual

El 84% de los hogares británicos dispone de internet y 38 millones de adultos lo utilizan todos los días. Siete de cada diez personas, particularmente jóvenes, acceden a la red con el fin de resolver problemas cotidianos, desde la comunicación en las redes sociales hasta el acceso a los servicios bancarios.

La utilización masiva de internet ofrece una oportunidad única a las élites políticas de conectar fácilmente con sus electores. Sin embargo, cuando se trata del voto, el electorado británico lo hace a la manera antigua, utilizando lápiz y papel. La revolución digital que caracteriza gran parte de la vida en la era de la información, no ha alcanzado a la política británica tradicional.

La votación en línea, por atractiva que parezca, sigue siendo una idea novedosa y reciente. Estonia está a la vanguardia en mecanismos de seguridad del voto en línea. Desde 2005 los ciudadanos pueden votar desde la comodidad de sus propios hogares o lugares de trabajo. También, el voto electrónico utilizando máquinas automatizadas en los colegios electorales ha sido exitoso durante mucho tiempo en los Estados Unidos, en Brasil, Venezuela, la India y otros países.

En cambio, en el Reino Unido la votación se lleva a cabo manualmente siendo casi un ritual, lo que ha generado hasta ahora confianza y seguridad. Sin embargo, los activistas y propulsores de la democracia virtual citan la baja participación y la apatía entre los votantes más jóvenes, así como la creciente preocupación por las irregularidades en las elecciones locales y la falta de seguridad de los votos por correo. En este sentido el voto electrónico supervisado podría mitigar este riesgo.

Un avance importante fue la incorporación del registro de votantes en línea, que proporcionó la verificación rápida y fácil de la identidad individual.

También, otros mecanismos de democracia digital se han empleado con gran éxito, por ejemplo las peticiones en línea son una manera fácil para que los ciudadanos participen en las decisiones del gobierno, y cualquier petición con más de 100.000 firmas sería considerada para el debate en la Cámara de los Comunes.

Además las redes sociales han facilitado la comunicación entre el electorado y sus representantes. La mayoría de estos representantes tienen una presencia importante en línea, lo que permite, teóricamente, facilitar la comunicación y la transparencia de su gestión.

La velocidad y la facilidad con la que los mensajes pueden ser difundidos en línea son atractivos para todos los agentes políticos, ya que estos están constantemente luchando contra la apatía y el desinterés del electorado. Involucrar a la gente en la política en la era de la información, debe ser considerado a la vez un desafío y una oportunidad

Fuente: www.21stcentury.co.uk

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