Durante décadas, Alemania ha utilizado tecnología para gestionar procesos claves de sus elecciones. Máquinas de votación electrónica, sistemas automatizados de conteo e incluso las redes sociales han sido parte de las elecciones alemanas. Desafortunadamente, el progreso hacia una mayor automatización y por ende, a una mayor eficiencia, no ha sido constante.
En 1998, Alemania probó el voto electrónico en Colonia, y para 2005, 2 millones de votantes estaban utilizando las máquinas de votación proporcionadas por la compañía holandesa NEDAP. No obstante, en 2009 la cuarta economía del mundo puso fin a sus pruebas de votación electrónica después de que el Tribunal Constitucional Federal alemán declarara inconstitucional el tipo de máquinas de voto electrónico que habían sido utilizadas durante los últimos diez años. Estos dispositivos no se usarían para las próximas elecciones de septiembre de 2009.
La Corte argumentó en 2009 que los pasos clave de una elección (incluyendo el escrutinio y el recuento de votos) deben poder ser auditados por todos los ciudadanos, incluso por quienes carecen de conocimientos tecnológicos especializados. Aunque el fallo no declaró inconstitucional el voto electrónico, prohíbe los tipos de máquinas de voto electrónico que no proporcionaron copias en papel de cada voto. Las máquinas electrónicas de votación, como las utilizadas en Bélgica, habrían cumplido las normas establecidas por la corte.
A pesar de este retroceso, la tecnología ha permanecido presente en las elecciones alemanas de múltiples maneras. No solo para procesar las actas y consolidar resultados, sino también para administrar la elección y para permitir que los candidatos compartan sus opiniones políticas con los 61.5 millones de votantes alemanes.
En las semanas previas a las recientes elecciones, y a la luz de lo sucedido en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos, se despertaron grandes temores de ciberataques. Para contrarrestar cualquier posible amenaza los principales organismos de seguridad de Alemania reforzaron sus defensas durante meses.
En vista que expertos informáticos reportaron una gran cantidad de fallas de seguridad en el sistema de conteo de votos que se utilizaría en las elecciones, la Oficina Federal de Seguridad de la Información trabajó para salvaguardar la información electoral e instó a los proveedores de tecnología a actualizar su software inmediatamente y añadir más protecciones para el día de las Elecciones.
Por otro lado, las campañas digitales también jugaron un papel importante durante las elecciones. La tercera fuerza política en el país, Alternative for Germany, utilizó su influencia en las redes sociales para movilizar a su electorado. “El partido lo usa para enviar constantes mensajes anti-inmigrantes y anti-Merkel a cientos de miles de seguidores en Twitter y Facebook”, informaron los medios de comunicación.
La tecnología ha cambiado el panorama de las elecciones en las últimas décadas, y las elecciones alemanas de 2017 son solo el ejemplo más reciente.