2017 estuvo repleto de noticias y avances para nuestra industria. Seguimos de cerca a más de setenta elecciones nacionales en todo el mundo.
Mientras tanto las nuevas tecnologías y los gigantes que las desarrollaron encabezaron los titulares sobre manipulación electoral, influencia en las redes sociales, campañas políticas y participación de los votantes.
Ante el comienzo de un nuevo año lleno de oportunidades y debates, repasemos algunas de las tendencias que marcaron a la industria de la tecnología electoral en 2017.
- Preocupaciones sobre ciberseguridad. A raíz de las elecciones de 2016 en los Estados Unidos, el problema real y percibido de las vulnerabilidades cibernéticas en los sistemas electorales ganó relevancia. Durante 2017, los temores de posibles intrusiones de potencias extranjeras se extendieron por Francia, Gran Bretaña, Alemania y los Países Bajos. Un potencial hackeo, la influencia extranjera (principalmente rusa) y la guerra cibernética electoral impulsaron innumerables debates entre importantes organizaciones en todo el mundo. Afortunadamente, los expertos electorales han compartido valiosas recomendaciones y consejos en torno a la ciberseguridad en las elecciones.
- El papel de las redes sociales en las elecciones. Investigaciones demostraron cómo los hackers, los “moderadores de opinión” pagados y los robots automatizados usaron Facebook y otras plataformas de redes sociales para sembrar dudas y desacuerdos entre los votantes. El fenómeno de las “noticias falsas” (Fake News) creció exponencialmente en 2017, convirtiéndose en “la palabra del año” según el Diccionario Collins. En el informe Freedom on the Net de 2017 se afirma: “las tácticas de manipulación y desinformación en línea desempeñaron un papel importante en las elecciones en al menos 18 países en el último año”. El debate sobre este tema se fortaleció ya que la evidencia también demostró que los gobiernos aumentaron sus esfuerzos para manipular la información compartida en las principales redes sociales.
- Blockchain para votación electrónica. La tecnología de Blockchain se posicionó notablemente bien en las noticias y el contenido compartido (posicionándose entre las tres búsquedas del año). Además, para la industria, esta reciente innovación ha generado su propia revolución. El Blockchain como una plataforma para sistemas electorales seguros, auditables, verificables y accesibles (es decir, integrándose con el voto electrónico) es ahora una realidad. Esta es una discusión fascinante que debe seguirse a medida que nuevas voces se integran con una nueva perspectiva.
- Grandes elecciones. En 2017 hubo más de setenta eventos electorales a nivel mundial, muchos de los cuales utilizaron sistemas electrónicos en algunos (o varios) puntos del ciclo electoral. Las principales economías del mundo, como el Reino Unido, Alemania, Francia, Japón y algunas localidades de los Estados Unidos acudieron a las urnas.
- Democracia digital para contrarrestar la disminución de la confianza de los votantes. El año pasado, las plataformas de participación electrónica nutrieron y empoderaron el compromiso de los votantes con la formulación de políticas, los debates electorales y la rendición de cuentas de sus representantes. Las tecnologías digitales se convirtieron en la columna vertebral de las campañas electorales, las encuestas, los esfuerzos de educación electoral y la administración de bases de datos de votantes. También reafirmó su conveniencia en los procesos críticos del ciclo electoral (desde el registro biométrico en África hasta el conteo y la consolidación de los resultados en Europa, hasta el voto electrónico en Estonia).
- Big data. El uso de análisis predictivos en los servicios de tecnología electoral aún podría estar en su infancia, pero es una tendencia creciente (y potencialmente irresistible). La capacidad de predecir el comportamiento futuro en función de las tendencias actuales (especialmente usando el big data) podría ser útil para las autoridades electorales durante varias instancias del ciclo de las elecciones. El monitoreo, la comprensión y la predicción de cómo se comportan los votantes, los funcionarios y todas las partes interesadas en las elecciones ya han demostrado ser útiles para mejorar los productos y servicios de las elecciones.
Tendencias que marcaron en 2017 a la tecnología electoral